LA PRIMERA PREGUNTA
La primera pregunta que hacemos el 99% de los jugadores que entramos en
terapia es ¿cuándo me voy a curar?
Yo respondo con el clásico te voy a dar dos noticias una buena y una mala.
La mala: la ludopatía es una enfermedad incurable es decir para toda la vida. Luego como es así, no existe el yo ya controlo, yo como llevo 3 años ya puedo hacer lo que quiera.
La buena: los efectos destructivos de esta enfermedad se pueden detener solo con llevar a rajatabla unas simples normas preventivas o de comportamiento que nos ayudan a mantenernos alejados del juego y a no olvidar.
La ilusión de todo jugador es recuperar el control sobre el juego, podremos
como he dicho detener sus efectos pero una sola moneda una sola partida un solo
décimo una sola moneda, provoca que ese monstruo que llevamos dentro y está
dormido, se despierte y vuelva a destrozar nuestra vida.
Para evitar que esto ocurra, todos tenemos unas normas a nuestro alcance, para evitar las tentaciones, ¿por qué entrar donde no debo? ¿Por qué llevar dinero sin justificar? ¿Por qué hacerme pruebas? ¿Por qué no pido tiques?
Para evitar que esto ocurra, todos tenemos unas normas a nuestro alcance, para evitar las tentaciones, ¿por qué entrar donde no debo? ¿Por qué llevar dinero sin justificar? ¿Por qué hacerme pruebas? ¿Por qué no pido tiques?
La mayoría de las personas que conozco y que han vuelto a jugar, ha sido porque han querido, y como han querido
no han hecho caso de las normas, he conocido a estas personas y no ha sido una
sola vez las que han vuelto a las andadas, y ellos ya controlaban.
La base de toda rehabilitación es adquirir conciencia de nuestro problema y
darnos cuenta donde nos puede llegar a llevar nuestra adicción.
¿Donde se adquiere esta conciencia? nada más que en los grupos de auto-ayuda, pero para conseguirlo hace falta llegar con el deseo verdadero de no
volver a jugar nunca más.
Todos debemos saber
donde esta nuestro mayor enemigo o quien es, este no es otro que el exceso de
confianza, este es el que nos puede hacer olvidar las normas y los recursos
adquiridos en cualquier momento, por eso hay que estar permanentemente en
guardia.